Uno de los ejercicios más comunes en el trabajo de un actor es el de la improvisación. Consiste en la realización sin guion previo de una pequeña escena donde se trabaja desde algunas claves que se dan desde el exterior. Por ejemplo: se vendan los ojos al actor o actriz y se le pide que recite un texto que conoce (o no) y trabaje la expresión corporal y oral de determinada manera... Los actores - y los proyectos de actores - suelen ser gente disciplinada en el sentido de que ser dirigidos para interporetar un personaje o papel es algo que esperan y hasta desean en muchos casos. Lo que no cuentan algunos de ellos, sobre todo por su lógica inexperiencia, es que la verdad de sus sentimientos aflorará y trabajar con ella es algo auténtico y hermoso por todo lo que el actor va a descubrir de si mismo, y los demás van a recibir y , en general, apreciar.
Ese pequeño milagro no se produce siempre. Hoy, en clase de Artes Escénicas, se produjo. Y el abrazo fraternal de las actrices hizo más fácil seguir el proceso creativo. Lástima de timbre. ¡Cuánto dan estas actrices que serán,..!
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